Ni los microempresarios hondureños se salvan de las ratas, y es que este día ni el histórico negocio «Chinda Díaz» se les escapó de los maleantes, luego de que varias personas que circulaban por el centro de Tegucigalpa notaron las puertas abiertas de la icónica repostería del centro de Tegucigalpa.
Cabe mencionar, que a simple vista se puede observar una cuerda colgando del techo por donde los sujetos se introdujeron al lugar logrando sacar varios de los productos que el negocio expende, entre ellos pan, pastelería, tamales entre otros.
En ese sentido, minutos más tarde llegó una unidad de la Policía Militar a resguardar la escena mientras llegan los propietarios de la panadería del casco histórico de la capital, que es de mucho agrado para chicos y grandes.