Las autoridades de migración de México confirmaron en las últimas horas la deportación de 2.303 hondureños durante los últimos diez días, desde la llegada a su frontera de la más reciente caravana migratoria.
El periodo de deportaciones corresponde del 18 al 27 de enero en más de diez vuelos y 34 viajes de autobús, indicó el Instituto Nacional de Migración (INM) en un boletín de prensa divulgado en Ciudad de México.
En ocho aeronaves de la Guardia Nacional y dos vuelos fletados fueron deportados 1.064 personas que formaban parte del contingente que ingresó de manera irregular a territorio mexicano en el periodo de tiempo señalado.
Desde el aeropuerto Carlos Rovirosa Pérez de la ciudad de Villahermosa, estado de Tabasco, salieronel 21 y 22 de enero, cuatro aviones de la Guardia Nacional con 439 personas extranjeras con destino a San Pedro Sula, Honduras, indicó el Instituto de Migración.
El 23 y el 24 de enero salieron de los aeropuertos de Tapachula y de Tuxtla Gutiérrez, ambos en el estado de Chiapas fronterizo con Guatemala, cuatro vuelos más con 385 migrantes ilegales.
Desde Toluca, en el centro de México, fueron deportados este 27 de enero por vía aérea y en vuelos tipo charter, 240 hondureños con destino a San Pedro Sula, en su país de origen.
Por vía terrestre fueron deportados 1.239 personas hondureñas en 34 autobuses, 10 que partieron de Villahermosa y de Tenosique (Tabasco) y 24 autobuses más con salida de Tuxtla Gutiérrez y Tapachula, Chiapas.
En todos los operativos de deportación estuvieron presentes agentes de migración y miembros de la Guardia Nacional, explicó el Instituto.
Señaló que estas acciones refrendan el compromiso del Instituto por «una migración segura, ordenada y regular, con pleno respeto de los derechos humanos de las personas extranjeras, y con atención mayor en niñas, niños, adolescentes y grupos vulnerables».
Desde mediados de enero, miles de centroamericanos iniciaron una caravana para llegar hacia Estados Unidos, y llegaron a la frontera entre Guatemala y México días después.
El 17 de enero al menos 1.000 personas entraron regularmente en el país y fueron llevadas a estaciones migratorias, y si bien se estaría evaluando su condición de asilo o la oferta de trajo, las autoridades migratorias reconocieron que la mayoría serían deportados.
Días después, miles de migrantes se adentraron irregularmente a México cruzando el río Suchiate pero fueron contenidos por la Guardia Nacional, quienes les obligaron a regresar a Guatemala o los detuvieron.
El domingo, el Instituto informó que investiga a unas 20 redes de tráfico de personas, de alcance internacional, que operan en México y cobran alrededor de 10.600 dólares por persona a los migrantes que buscan atravesar el país para llegar a Estados Unidos.-EFE