La ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables de Perú, Gloria Montenegro, señaló ante las altas cifras de denuncias por abusos sexuales que este es «un país de violadores», frase por la que la oposición al Gobierno de Martín Vizcarra ha exigido su renuncia.
«Las niñas quieren estudiar, pero tienen miedo a que las violen. Hemos tenido que hacer temas muy innovadores para entrar dentro de una estrategia de cambio para proteger a la mujer. Las niñas quieren estudiar, pero tienen miedo a que las violen. Entonces, ¡este país de violadores tiene que cambiar!», expresó la ministra en una emisora de radio local.
EL RETORNO DE LA FRASE
La frase no es nueva en la lucha contra la violencia machista en el país, donde según cifras del Ministerio de la Mujer solo en 2019 se registraron 16.632 casos correspondientes a delitos sexuales.
Si bien siempre polémica, la frase ha sido usada a modo de denuncia por diversas organizaciones defensoras de los derechos de la mujer, y en 2017 también por las entonces congresistas de izquierda Indira Huilca y Marisa Glave, como un llamado de atención a la sociedad y al sistema de justicia ante los graves índices de este delito.
Su retorno al discurso público en boca de una ministra de Estado ha sido rechazada por diversos políticos conservadores, entre ellos el vicepresidente de la Comisión Permanente del Congreso, Salvador Heresi, quien pidió a Montenegro que «haga noticia dando los resultados en lucha contra agresiones de mujeres, sino mejor que renuncie».
«Ministra Montenegro hace noticia diciendo ‘Todos los hombres son violadores’, la criminalización generalizada de lo masculino es una política de Estado?», expresó Heresi en sus redes sociales.
INDIGNACIÓN POR INCREMENTO DE CASOS
La titular de la Mujer respondió a estas críticas ratificándose en su expresión. «No solo me ratifico, lo subrayo y pido a todo el Perú que se sume en favor del cuidado del niño, niña y adolescente», señaló a los periodistas tras participar de una campaña en favor de la niñez en la norteña ciudad de Trujillo.
Montenegro argumentó su frase en las cifras que ha analizado su ministerio sobre la población del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), donde «de los 95.000 internos, el 20 % está por casos de violación o atentado contra el pudor, pero el 10 % de ellos son violadores de niños y niñas».
También hizo referencia al aumento de estos casos. «En el 2017 pasamos de 1.400, en el 2018 a 2.800 y en el 2019 tengo más de 4.000 denuncias contra violaciones de niñas y niños. ¿Es para escandalizarse o no?», agregó Montenegro.
UNA FRASE SÍMBOLO
Para Liz Meléndez, directora de la ONG feminista Flora Tristán, la frase «simboliza la demanda de las mujeres por justicia, por prevención», en una realidad donde los delitos de violación sexual se dan a diario.
«No es un hecho aislado, es uno de los países con las tasas más altas de violación sexual en América Latina», dijo Meléndez este sábado a Efe, y por ello criticó a aquellos políticos que critican más la frase que la propia violencia sexual.
«Más que levantar oposición (la frase), lo que debería indignarnos es la cantidad de violaciones sexuales que tenemos en Perú y las negligencias de las autoridades», agregó Meléndez, quien manifestó su apoyo a Montenegro.
Asimismo, valoró el avance en las políticas de protección a la mujer realizado por el Gobierno, aunque agregó que «es lento y que viene con grandes retos».
«Hemos ido superando la parte normativa, pero el problema sigue siendo la atención de la violencia, la valoración del riesgo en que se encuentra la mujer», apuntó la abogada en referencia a las negligencias de las autoridades para proteger a las víctimas de feminicidios que habían denunciado con anterioridad a sus parejas.
Según cifras del Ministerio Público, cada año se denuncian en Perú entre 10.000 y 13.000 casos de violación sexual, en los cuales el 70 % de las víctimas son menores de edad. EFE