Los migrantes hondureños que llegan a los Estados Unidos solicitando asilo están siendo enviados a Guatemala, incluyendo menores no acompañados y unidades familiares.
Tal es el caso de los 53 compatriotas que ya fueron remitidos por las autoridades migratorias estadounidenses a Guatemala, donde deben realizar el papeleo correspondiente para solicitar asilo en el país norteamericano.
La vicecanciller para Asuntos Consulares y Migratorios, Nelly Jerez, indicó que desde el 21 de noviembre de 2019, fecha en que las autoridades guatemaltecas recibieron el primer compatriota, la remisión de hondureños a esta nación centroamericana ha sido continua, incluyendo adultos, unidades familiares y menores no acompañados.
«Esto nos da una muestra clara de que los menores no pueden seguir siendo utilizados como escudos fronterizos o pasaportes humanos para poder ingresar a suelo estadounidense», manifestó la funcionaria hondureña.
Jerez informó que el acuerdo migratorio firmado entre Guatemala y Estados Unidos contempla que los migrantes que sean enviados al país centroamericano deberán gestionar su asilo ante las autoridades guatemaltecas y no ante las estadounidenses.
Actualmente la frontera norte entre México y Estados Unidos está saturada; hay más de 60.000 migrantes, de los cuales 27.000 son hondureños, que están esperando respuesta a su solicitud de asilo en campamentos al aire libre, en zonas de extremo riesgo, indicó.
«Como Estado, privilegiamos la protección de nuestros connacionales; por eso, a través de nuestra red consular velamos para que sus derechos sean garantizados conforme a la legislación y normas internacionales. Sin embargo, la cantidad de migrantes de diferentes partes del mundo puede sobrepasar las capacidades de nuestro país amigo mexicano», agregó.
Asimismo, detalló que las nuevas medidas migratorias de los Estados Unidos no consideran la violencia como causal para dar asilo en ese país, por lo que los hondureños que están en México esperando respuesta a su solicitud tienen mínimas o nulas posibilidades de obtener una respuesta positiva.
En ese sentido, la vicecanciller reafirmó su llamado para que las personas no arriesguen su vida en la ruta migratoria, ya que están haciendo un viaje sin destino porque entrar de forma irregular a los Estados Unidos es cada vez más difícil.