Donald Trump busca una exoneración rápida en el Senado tras el voto en la Cámara Baja

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, buscó que el Senado dominado por los re­publicanos lo exonere rápido, un día después del histórico voto en la Cá­mara Baja que lo convirtió en el ter­cer presidente en la historia del país en ser llevado a juicio político.

El Senado se enfrenta ahora a la organización del juicio contra Trump probablemente en enero por los cargos de abuso de poder y obs­trucción al trabajo del Congreso, con tensiones entre la mayoría republi­cana y los demócratas que piden que se llame a testificar a testigos clave de la Casa Blanca.

Trump fue acusado de abusar de su cargo por pedir a Ucrania inves­tigar a su posible rival electoral en 2020, el exvicepresidente Joe Biden, y de bloquear los esfuerzos de los le­gisladores para investigar sus accio­nes. En la mañana, Trump atacó a los demócratas por amenazar con dila­tar el envío de los cargos para pre­sionar al Senado.

“Anoche (miércoles) fui llevado a un juicio político sin ningún vo­to republicano” en contra, celebró Trump, para quien el proceso puede atizar a sus bases y darle una ventaja de cara a las elecciones presidencia­les de 2020. Para el líder de la mayo­ría republicana en el Senado, Mitch McConnell, el proceso en la Cámara de Representantes, fue “el más apre­surado, el menos exhaustivo y el más injusto de la historia”.

DIVISIÓN PARTIDISTA

Tras el voto en la Cámara Baja dominada por los demócratas, en el juicio en el Senado necesitan al me­nos 67 votos para sacarlo del cargo. Es poco probable que esto ocurra ya que en la Cámara Alta sus alia­dos republicanos detentan 53 de los 100 escaños.

“Es de lejos el juicio político con una base más débil que jamás haya aprobado la Cámara Baja en la his­toria de Estados Unidos, agregó Mc­Connell, que opinó que una facción legislativa sucumbió a la “rabia par­tidista”.

El líder de la minoría demócrata del Senado, Chuck Schumer, usó las palabras de McConnell en su con­tra y replicó diciendo que estaba pla­neando el juicio político “más apre­surado, menos exhaustivo y más in­justo de la historia moderna”. Ade­más, dijo que McConnell estaba im­pidiendo que los demócratas convo­caran a testigos.

“Los testigos que sugerimos son altos funcionarios de Trump”, di­jo Schumer. “No son demócratas”, agregó preguntándole a McConnell por qué tenía tanto miedo de convo­car testigos y documentos. Los de­mócratas acusan a Trump de usar su poder presidencial para presio­nar a Ucrania suspendiendo tempo­ralmente el envío de 391 millones de dólares en ayuda militar para el país que enfrenta un conflicto con sepa­ratistas prorrusos en el este. La Ca­sa Blanca se negó a cooperar con la investigación en la Cámara Baja, ca­lificándola de “inconstitucional”, y prohibió a varios de sus asesores dar testimonio.

Por esta razón, los demócratas acusaron a Trump tanto de haber abusado de su poder para beneficio personal como de haber obstruido el trabajo del Congreso.

Trump ha denunciado desde el inicio de la investigación una “ca­za de brujas” y el miércoles acusó a sus rivales de intentar someterlo a un juicio “desde antes” que él pos­tulara a su cargo.

Ahora, el nombre de Trump pa­sará a la historia como el tercer pre­sidente de la historia en ser someti­do al escarnio de un juicio político, luego de Andrew Jonhson en 1868 y de Bill Clinton en 1998. El republica­no Richard Nixon, involucrado en el escándalo Watergate, prefirió re­nunciar en 1974. AFP

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