El ministro de Defensa chileno informó el jueves el hallazgo de restos humanos y del avión militar desaparecido sobre el tormentoso Paso Drake cuando transportaba a 38 personas a la base chilena en la Antártida.
En una conferencia de prensa, el ministro Alberto Espina dio por muertos a los ocupantes del Hércules C-130. “Cuando mueren 38 compatriotas colaborar no es un favor, es un deber”, enfatizó. “Cuarenta y ocho horas después gracias a Dios hemos encontrado el avión”.
A su lado, el comandante en jefe de la Fuerza Aérea de Chile (FACH), general Arturo Merino, dijo que “junto a una serie de partes del avión se han hallado restos de seres humanos que muy probablemente son parte de los pasajeros”.
“Siento un dolor inmenso por la pérdida de estas vidas”, agregó Merino, quien indicó que “es prácticamente imposible que existan sobrevivientes”.
El último contacto del aparato con la torre de control se registró a las 16.55 hora local (1955 GMT) del lunes y a las 00.40 (0340 GMT) se dio al avión por siniestrado, pues a esa hora se acababa su combustible. El avión transportaba 17 tripulantes y 21 pasajeros, incluidos tres civiles.
El hallazgo de restos humanos, metálicos y gomas fue anticipado la víspera por el presidente brasileño Jair Bolsonaro en Twitter. Más tarde confirmó la versión el gobernador de la región de Magallanes, José Fernández, y un familiar de las víctimas en la misma red social.
Además de restos humanos se encontraron algunas pertenencias personales, como dos bolsos, una mochila y un zapato, indicó el comandante de Combate de la FACH, general Cristián Pizarro. Todo fue hallado a unos 30 kilómetros del lugar donde se registró el último contacto de los pilotos con la torre de control.
Restos de esponjas pertenecientes a la parte interior de los tanques de combustible de las alas, que fueron un claro indicio del accidente, habían sido ubicados la tarde del miércoles.
La búsqueda de restos humanos continuará día y de noche, ya que en el verano austral los días en la Antártida son muy luminosos debido a la inclinación de la Tierra.
Entre los desaparecidos se encuentra la geógrafa Claudia Manzo, la única mujer del grupo, cuyo hijo de cinco años aún cree que su mamá está de viaje, y los hermanos Jeremías y Luis Mancilla Díaz. El primero trabajaba a contrato con la FACH y Luis era sargento de esa fuerza.
Otro de los desaparecidos es el electricista Jacob Pizarro, de 38 años, viudo hace meses y con hijos de dos y seis años que están al cuidado de la abuela.
Espina agradeció la importante ayuda internacional que permitió encontrar a la aeronave accidentada y reafirmó su disposición a colaborar con la Fiscalía para determinar qué ocurrió con el avión. Nuestro deber es dilucidar qué pasó y “ser muy solidarios con los familiares porque están sufriendo algo que realmente es dramático”, sostuvo el ministro.
En la búsqueda de los restos del aparato y de los pasajeros participaron 23 medios aéreos y decenas de medios navales de Chile, Argentina, Brasil, Estados Unidos, Gran Bretaña y Uruguay, con un total de 640 personas.
El general Pizarro dijo que los primeros restos humanos llegarán a esta ciudad el viernes a media tarde, donde se iniciarán las labores de identificación. Ya se inició la toma de muestras de ADN de los familiares para cotejarlas con los restos que se vayan encontrando.
Los protocolos establecen que este tipo de búsqueda se realiza durante seis días que se pueden extender otros cuatro, pero oficiales de la FACH no descartaron que se prorrogue el plazo.
Ed Coleman, piloto y presidente del Departamento de Ciencias de la Seguridad de la Universidad Aeronáutica Embry-Riddle en Prescott, Arizona, dijo a The Associated Press que es vital recuperar el máximo de restos del aparato para saber qué pasó, aunque destacó que será una tarea muy difícil y que se podría recurrir a videos tomados por vehículos operados a distancia debido a la profundidad de la zona del accidente, unos 4.000 metros.
También opinó que puede resultar imposible hallar los restos de todos los pasajeros. “Es posible que algunos de ellos nunca se recuperen”, declaró.
El Hércules C-130 no dio ningún aviso de problemas técnicos o climáticos antes de su caída. Merino dijo recientemente que una de las posibilidades de que no se haya disparado la alerta es que “muchas veces cuando los impactos son demasiado fuertes en el agua, y el avión se hunde rápidamente, no alcanza a emitir señal”.
El general Merino aseguró que el avión había tenido “un mantenimiento mayor donde se desarma el avión completo, después se arma de nuevo, y se corrigen todas las fallas”.
Precisó que en agosto de este año fueron revisados todos los Hércules C-130, que dejaron de volar uno o dos días luego de recibir una instrucción técnica de la fuerza aérea de Estados Unidos, luego que uno de sus aparatos sufriera el desprendimiento de una de sus alas. El fabricante del aparato es estadounidense.
En Santiago, el presidente Sebastián Piñera se reunió con otros familiares de las víctimas en la base aérea de Cerrillos, donde desde el martes empezaron a ser trasladados a Punta Arenas. En la ciudad sureña permanece otro grupo de parientes, con quienes se entrevistó el ministro Espina.-AP