El gobierno del presidente Donald Trump anunció el miércoles que llegó a un acuerdo con Honduras que a efectos prácticos impedirá que personas en buscan asilo que viajan a través de la región entren a Estados Unidos.
El acuerdo sentaría las bases para enviar a solicitantes de asilo a Honduras, uno de los países más violentos del mundo, como sus vecinos. Un pacto similar se aprobó la semana pasada con El Salvador; un acuerdo más amplio se había aprobado previamente con Guatemala.
El acuerdo con Honduras, que se firmará esta semana, no se ha publicado y muchos detalles no están claros, como cuándo entraría en vigor. Un alto funcionario del Departamento de Seguridad Nacional hizo un resumen general durante una conferencia telefónica con la prensa, en la que habló bajo condición de anonimato apegado a las normas para dar información.
El acuerdo completaría un componente central para la estrategia de Trump de impedir que personas en busca de asilo entren a Estados Unidos a través de México. Este mes, la Corte Suprema abrió las puertas para que el gobierno negara asilo a cualquiera que viajara a través de otro país para llegar a la frontera.
La prohibición de asilo entró en vigor a la par que los intentos de Estados Unidos para ayudar a que los empobrecidos, peligrosos y corruptos países centroamericanos absorban los grandes números de personas que buscan asilo. El Departamento de Estado reconoció las condiciones empobrecidas de Honduras en un reporte sobre derechos humanos publicado en 2018.
“Los elementos delictivos organizados, entre ellos pandillas locales y transnacionales, así como narcotraficantes, fueron perpetradores importantes de crímenes violentos y cometieron actos de homicidio, extorsión, secuestro, tortura, tráfico humano, intimidación y otras amenazas y hechos violentos contra los defensores de derechos humanos, autoridades judiciales, abogados, la comunidad empresarial, periodistas, blogueros, mujeres y miembros de poblaciones vulnerables”, dice el informe.
Señala que hubo reportes de “homicidios arbitrarios e ilegales”, denuncias de tortura, detenciones y arrestos arbitrarios y “condiciones de prisión duras y que ponen en riesgo vidas”.
Como reconocimiento a la ausencia de una sólida red para absorber a los refugiados, Kevin McAleenan, secretario interino de Seguridad Nacional, anunció el lunes un apoyo de 47 millones de dólares para ayudar a que Guatemala forme su sistema de asilo. Sigue sin estar claro si El Salvador y Honduras recibirán una ayuda similar.-AP