Reducir la tasa de subutilización de la fuerza de trabajo, que representa el 48 % de la población económicamente activa, es uno de los principales retos que enfrenta Honduras, donde la cifra de desempleo bajó de 6,7 % en 2018 al 5,7 % actual, aseguró este jueves a Efe el ministro Carlos Madero.
Honduras tiene problemas estructurales de desempleo desde hace más de 35 años debido al bajo crecimiento económico y la poca formación educativa de su gente, ya que el 12 % de los mayores de 15 años no sabe leer ni escribir, enfatizó el titular de la cartera de Trabajo en una entrevista con Efe.
Agregó que la tasa de mano de obra subutilizada, que incluye empleados informales y a los que trabajan más horas de las que querrían y ganan menos de lo que establece la ley, ronda el 48,6 % (1.987.242 personas), lo que genera preocupación a las autoridades.
El funcionario destacó que el subempleo invisible (por ingresos) es una de las causas de la migración de ciudadanos de Honduras, donde el Gobierno trata de estructurar “programas anticíclicos” que apoyen al emprendimiento.
“Los problemas de empleo en Honduras tienen una alta relación con el sistema educativo, cuanto menos persona formada tengamos en mercado, menos posibilidad de ofertar tenemos a la demanda del sistema privado nacional e internacional”, explicó.
Ante este panorama, Madero considera que Honduras debe “mejorar la calidad del sistema educativo” para tener “una mejor mano de obra”, lo cual es “fundamental” para mejorar la competitividad de un país.
El país centroamericano requiere “crecimiento económico sostenible y un sistema educativo con mejor cualificaciones”, añadió.
Pese a los desafíos que presentan por su baja productividad y alta informalidad, las micro y pequeñas empresas en Honduras generan la mayor parte del empleo (70 %), es decir, ofrecen puestos de trabajo a más de 900.000 personas en el país, según cifras oficiales.
Madero resaltó que la tasa de desempleo en Honduras bajó de 6,7 % en 2018 a 5,7 % en lo que va de 2019, es decir, que la población desocupada en el país este año es de 250.000 personas.
Lamentó que la micro y pequeña empresa recibe apenas el 3 % del total de préstamos que otorga el sistema financiero en Honduras a pesar de que es un rubro clave para mejorar el empleo.
Dijo además que la micro y pequeña empresa hondureña requieren que “un sistema financiero justo les ayude a crecer”.
El funcionario anunció que la política del Gobierno, que preside Juan Orlando Hernández, está “muy centrada” en el sector Micro, pequeña y mediana empresa (MiPymes), por lo que ha creado el Servicio Nacional de Emprendimiento y de Pequeño Negocios (Senprende).
Para Madero, otro de los retos que tiene Honduras es crear más empleos inclusivos de calidad para las 1,2 millones de personas con distintas capacidades.
“Hay que entender que en un mercado donde los problemas de empleo están, la competencia se vuelve más delicada y difícil para las personas con discapacidad”, enfatizó.
Las personas con discapacidad se enfrentan además a barreras que van desde el estigma y la discriminación hasta la ausencia de una formación profesional y de adecuados servicios de atención.
Madero dijo que Honduras debe avanzar hacia “la inclusión de estas personas, porque son los que tienen una vulnerabilidad más grande” y solo alrededor del 10 % tiene un empleo.
Lamentó además que la contratación de una persona con capacidades especiales es “una barrera” con el sector privado, a pesar de que existe la Ley de Equidad y Desarrollo Integral, aprobada en 2015.
El Gobierno hondureño lanzó en 2016 el programa “Honduras para Todos”, para brindar atención integral a las personas con discapacidad, que recoge conocimientos y técnicas usadas por la Misión Solidaria ecuatoriana Manuela Espejo. EFE