Para el presidente del Congreso Nacional, Mauricio Oliva, se necesita avanzar en un mínimo de legislación antes de elegir a los representantes del Consejo Nacional Electoral (CNE) y del Tribunal de Justicia Electoral (TJE).
“He querido mandar un mensaje para que vuelva el sosiego y la sensatez en el Congreso Nacional, hay un debate interno fuerte en las distintas fuerzas políticas, pero yo sigo consiente que necesitamos un mínimo de legislación que le dé el campo de acción y la fortaleza a las nuevas entidades electorales creadas por el Poder Legislativo”, dijo.
Oliva reiteró que no se puede elegir a los representantes de los nuevos órganos electorales sin definir antes varios aspectos importantes y desglosó cuál sería esa legislación que se requiere.
“No podemos elegir a los representantes si no definimos, en primer lugar, cuál es la razón de ser de estas instituciones; cuál es su formalidad; los requisitos que se necesitan para integrarla; las inhabilidades del mismo; el mecanismo de selección”, detalló.
LA ÚLTIMA VENTANA
Además –prosiguió–, las atribuciones que la ley le confiere al que ocupe el cargo de presidente, secretario o vocal del mismo; las funciones de los suplentes, cuales son las atribuciones en su marco de acción de cada una de estas instituciones.
Si no lo definimos antes, no tiene razón de ser el nombrarlos –dijo.
Esto se puede hacer de primera instancia –agregó–, aprobando un mínimo de 25 a 30 artículos que contemplan lo que les comentaba y seguir con el resto de las reformas electorales que son casi 400 artículos.
Sobre esto, el titular del legislativo aclaró que no se habla de crear una ley intermedia, sino de “iniciar el proceso con una parte de la ley que es la que se va a elegir el mecanismo de elección de los representantes y las funciones y atribuciones de los mismos”.
En este sentido, Oliva opinó sobre qué es lo que hace falta al seno del Congreso para lograr ese punto coincidente con la bancada que está en “insurrección legislativa”
El titular del Legislativo reflexionó que hace falta flexibilidad y entender que esta es quizás la última ventana que les queda a la democracia hondureña para demostrar que “Somos políticos serios, responsables, comprometidos y de sacar una legislación que satisfaga a las partes y sobre todo al pueblo hondureño”.
Un punto que nos garantice como mínimo tener unas próximas elecciones que se den en un marco de paz, tranquilidad, transparente e incluyentes, pero aparentemente algunos siguen al pasado validando la confrontación en un espacio de crecimiento político –lamentó Oliva.
“Yo tengo la paciencia franciscana para seguir esperando lo que tenga que esperar, porque esa es mi función, no voy a rehuir de ella”, advirtió.
Para finalizar, Oliva comentó que el problema no es la escogencia de los posibles nombres que ocuparían los cargos, sino el “un interés de satisfacer a una base radical que cree que hay que posicionarse lo más temprano posible de los cargos”.
“Las personas en los cargos somos transitorios, lo importante es dejar una normativa que deje claramente establecido como debe funcionar esos organismos y cuales deben de ser el marco de referencia de ellos”, concluyó.