El presidente Juan Orlando Hernández anunció hoy en comparecencia al programa Frente a Frente que los hechos violentos suscitados ayer en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) “están en investigación al detalle” para esclarecer lo que ocurrió.
“El hecho está en investigación y yo espero que, así como hablamos con el rector (de la UNAH, Francisco Herrera) anoche, hablamos con algunas autoridades, con la Dirección Policial de Investigaciones, Ministerio Público, Comisionado de Derechos Humanos, para que hagan una investigación al detalle”, explicó.
Pero -indicó- aquí hay un principio importante, que es el uso proporcional de la fuerza.
“Yo miré cómo las bombas molotov estallaban sobre las cabezas de los policías” durante los incidentes en la UNAH, añadió.
Habrá que esperar qué es lo que dicen los informes científicos, la parte técnica, para esclarecer, porque se tiene que esclarecer lo que ocurrió allí en la Universidad, aseveró Hernández.
“Mi punto es que nadie puede justificar hacer uso de la violencia solo porque no está de acuerdo con alguien o porque piensa que le asiste un derecho a protestar”, señaló.
Dijo que cuando ya se pasa la línea de la violencia ya no es protesta pacífica y además -señaló- el Estado debe estar para garantizarle la vida a las personas, la propiedad, la integridad física.
El gobernante añadió que “ese es el debate que está no solo en Honduras, sino que en el mundo, porque hay una tendencia de radicalismo que comenzó hace unos diez o doce años”.
Pese a lo sucedido en la UNAH, el presidente Hernández dijo que es importante resaltar que “afortunadamente, dentro de lo complejo y trágico de la situación, pues entiendo que la mayoría, si no fueron todos, ya fueron dados de alta o están estables y es un punto que hay que destacar”.
Un tema recurrente
El mandatario recordó que desde hace unos nueve años el Movimiento Estudiantil Universitario (MEU) viene generando incendios en vehículos, en negocios aledaños a la UNAH, dentro de la misma institución, “trancando” la calle de la Universidad.
“Esto no es desde hace dos, tres, cuatro, cinco o seis años, es un tema recurrente; es un grupo que se quedó con ese planteamiento y el problema de ayer (en la UNAH) se origina por un paro de alumnos que no quería recibir clases y unos que sí querían clases”, señaló.
El gobernante se preguntó: “¿Cuántas veces no han ocurrido (incidentes) a lo largo de los años?” en la UNAH, aun antes de ser él presidente de la República.
Aseguró que en esta ocasión “estamos en una escalada de un ataque sistemático a la economía, sistemático, buscando la desestabilización”.
El titular del Ejecutivo pidió leer el documento “Guerra de cuarta generación”, que es un manual al estilo chavista de atacar la economía, atacar las instituciones, generar desinformación constante, atacar a las personas con credibilidad, como el caso de periodistas, de gente que genera opinión, para hacer caer la economía y luego tomar y asaltar el poder.
“Eso no es de ahora”, dijo el mandatario para seguidamente expresar que “es de revisar tiempo atrás la conducta violenta de convertir marchas pacíficas en violentas”.
Ahora bien -indicó- cuando ya existen heridos, cuando ya existen bombas molotov con clavos, con combustible, con tubos que lanzan proyectiles de alto poder explosivo, eso ya no es una protesta pacífica, porque ya está de por medio el riesgo de la misma comunidad universitaria, de los mismos transeúntes, de los mismos operadores de justicia o agentes del orden.
Añadió el mandatario que “eso es el contexto y obviamente todos resentimos que existan heridos de uno u otro lado. No hay necesidad de eso”.
El presidente Hernández puso como ejemplo el festival de La Esperanza (Intibucá) denominado El Choro, que en los últimos cinco años iba creciendo, pero que el año pasado y el actual estaban planificados para hacer algo grande, pero dos o tres destruyen y le meten fuego y echan por la borda todo un esfuerzo de una comunidad.
“¿Dónde puede justificar alguien que el derecho a la protesta le habilita para hacerle daño a toda una comunidad?, ¿cómo puede justificarse un médico dejar de atender una consulta que alguien que tiene síntomas de dengue si ahora puede significar la muerte?”, se preguntó.
Siguió preguntándose: “¿Cómo se puede justificar un paro de empleados del sector salud, sacando a una señora de un quirófano en silla de ruedas cuando iba a ser operada, después de esperar algunos meses por esa cita?”.
“Mi punto aquí es que todos tenemos derechos y un derecho elemental en una democracia es el derecho a la protesta pacífica, pero cuando ya trasgrede su derecho, cuando ya se le agrede físicamente, cuando se da el vandalismo, cuando se da la violencia, no hay ninguna justificación y el Estado tiene que estar para garantizar eso”, enfatizó.
Hay principios internacionales
En cuanto a lo expresado por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que recuerda las reglas internacionales y nacionales sobre el uso de la fuerza, utilizando como último recurso las armas de fuego cuando los medios lesivos hayan fracasado frente a amenaza efectiva y directa contra la vida del propio policía o de un tercero, el titular del Ejecutivo expresó que “hay principios internacionales que en términos sencillos significa que si una persona está en lugar donde está en riesgo la vida de los que están transitando o su propia vida, entonces está habilitado para usar la fuerza”.
Insistió en que “eso es lo que se va a investigar y es lo que se está investigando, pero para mí sería un gran error no poner en contexto la situación porque no puede salir la gran cantidad de videos en los medios de comunicación donde lanzan con un tubo un proyectil de alto poder”.
“Todos lamentamos si alguien sale herido y no debería de darse esta situación, pero la mejor forma es documentar qué fue lo que pasó (en la Universidad) y esperar el resultado para no especular”, insistió.
Señaló el mandatario que la Oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos también recuerda que “los actos violentos no forman parte del derecho a la protesta pacífica y esa es una piedra angular de la convivencia de los ciudadanos”.
Grupos radicalizados
El presidente Hernández denunció que hay un grupo radicalizado en Honduras que viene sosteniendo la actividad violenta de protesta, que según ellos es pacífica, pero que es una agresión permanente.
“Esto no es normal, aunque mucha gente lo mire así, y no debe ser nunca en ningún país civilizado. Como decimos en el dicho popular ‘hablando se entiende la gente’”, dijo.
Lamentó que hay personas que quieren revertir la reforma policial, “y esto es una orquestación también de origen político, no de ahora, sino de hace mucho tiempo”.