Arrestan a Assange en la embajada de Ecuador en Londres

La policía de Londres sacó el jueves por la fuerza a un desaliñado Julian Assange de la embajada de Ecuador donde había estado refugiado casi siete años, y Estados Unidos lo acusó de conspirar con la exanalista de inteligencia del Ejército Chelsea Manning para apropiarse de secretos del gobierno.

Los agentes arrestaron al fundador de WikiLeaks después de que Ecuador le revocó el asilo político que lo protegía en el recinto diplomático, y lo llevaron ante un tribunal, el primer paso en un proceso de extradición que Assange ha prometido disputar.

El presidente ecuatoriano Lenín Moreno dijo que su gobierno tomó la “decisión soberana” de echar a Assange, de 47 años, de la embajada por “violar reiteradamente convenciones internacionales y el protocolo de convivencia”, y posteriormente lo criticó durante un discurso en Quito, calificando al australiano como un “malcriado” que les faltó al respeto a sus anfitriones.

En Washington, el Departamento de Justicia acusó a Assange de coludirse con Manning para infiltrarse en una computadora secreta del gobierno en el Pentágono. El cargo se anunció una vez que Assange fue puesto bajo custodia.

El activista se refugió en la embajada en agosto de 2012 después de quedar en libertad bajo fianza en Gran Bretaña mientras enfrentaba una orden de extradición a Suecia por acusaciones de agresión sexual, las cuales ya han sido retiradas. Assange rehusó abandonar la embajada por temor a que lo arrestaran y extraditaran a Estados Unidos por haber publicado cables militares y diplomáticos secretos a través de WikiLeaks.

Manning, quien pasó varios años en prisión en Estados Unidos por filtrar información secreta antes de que el entonces presidente Barack Obama le conmutara la sentencia, está nuevamente detenida en Alexandria, Virginia, por negarse a declarar ante un jurado investigador que lleva el caso de WikiLeaks.

La defensa de Manning dijo que la acusación formal contra Assange mostraba que los fiscales no necesitan el testimonio de ella, y exigieron que la dejen en libertad porque, afirmaron, la continuidad de su detención sería “meramente punitiva”.

A través de los años, Assange utilizó la embajada de Ecuador como una plataforma para mantener su nombre ante el público, haciendo apariciones frecuentes desde un pequeño balcón, posando para fotos y leyendo comunicados. Incluso su gato se volvió famoso.

Pero su presencia era una vergüenza para las autoridades británicas, que por años mantuvieron vigilancia policial las 24 horas frente a la embajada, lo cual le costó millones a los contribuyentes por el pago de tiempo extra a los agentes. Dicha vigilancia se suspendió en 2015, pero la sede diplomática siguió siendo el punto central de las actividades de Assange.

En un video publicado en línea por Ruptly, un servicio noticioso de Russia Today, puede verse a varios hombres de traje que sacan esposado a Assange de la embajada y lo suben a una furgoneta policial mientras varios agentes uniformados británicos habilitan el paso del vehículo. Assange,

que profería gritos y hacía señas cuando lo sacaban, llevaba barba y su pelo gris peinado hacia atrás.

Después fue presentado ante la Corte de Magistrados de Westminster, donde el juez de distrito Michael Snow rápidamente lo halló culpable de violar las condiciones de su fianza, rechazando rotundamente su afirmación de que no había tenido una audiencia justa y sí una excusa razonable para no comparecer.

“El comportamiento del señor Assange es el de un narcisista que no puede ir más allá de sus propios intereses egoístas”, dijo Snow. “Ni de lejos ha establecido una ‘excusa razonable’”.

Assange saludó a la abarrotada galería pública mientras lo llevaban a las celdas. Su próxima comparecencia relacionada a su caso de extradición se fijó para el 2 de mayo y será mediante enlace de video desde la cárcel.

Jennifer Robinson, abogada de Assange, dijo a los reporteros que su cliente luchará contra los intentos de extraditarlo a Estados Unidos.

“Esto sienta un peligroso precedente para todos los periodistas y organizaciones de prensa en Europa y en todo el mundo”, afirmó la abogada. “Este precedente significa que cualquier periodista puede ser extraditado para que lo enjuicien en Estados Unidos por haber publicado información verídica sobre Estados Unidos”.

Cuando le preguntaron en la Casa Blanca sobre el arresto de Assange, el presidente Donald Trump declaró: “Eso no es conmigo” y “no sé nada de WikiLeaks”, no obstante que durante su campaña electoral en 2016 elogió decenas de veces a esa organización.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos había investigado durante años a Assange debido al papel de WikiLeaks en la difusión de secretos del gobierno estadounidense. Fue una figura importante en la pesquisa sobre Rusia del fiscal especial Robert Mueller, ya que los investigadores examinaron cómo WikiLeaks obtuvo los correos electrónicos robados al equipo de campaña presidencial de Hillary Clinton y a grupos demócratas.

WikiLeaks resaltó de inmediato el interés de Estados Unidos en Assange y señaló que Ecuador había cancelado ilegalmente el asilo político del acusado “en violación al derecho internacional”.

“Poderosos actores, incluyendo la CIA, están involucrados en un sofisticado plan para deshumanizarlo, deslegitimarlo y encarcelarlo”, afirmó el grupo en un tuit acompañado de una foto de Assange sonriente.

Sin embargo, el gobierno ecuatoriano dejó entrever que la propia conducta de Assange fue determinante para cancelarle el asilo.

La ministra del Interior ecuatoriana, María Paula Romo, dijo que la salud mental y física de Assange se deterioraron mientras estuvo detenido, y que comenzó a actuar agresivamente hacia sus anfitriones, y que incluso embarró heces en los muros de la embajada.

En un duro discurso en Ecuador, Moreno lo llamó un ingrato y “miserable hacker” que trató mal a los funcionarios de la sede diplomática.

“No puedes llegar a una casa que te coja afecto, que te da de comer, que te cuida y denunciar al dueño de la casa”, afirmó Moreno ante sonoros aplausos en un evento en las afueras de Quito.

“De ahora en adelante tendremos mucho cuidado de dar asilo en el momento que sea, a darlo a gente que realmente valga la pena y no miserables hackers cuya única intención es desestabilizar gobiernos”, agregó. “Somos tolerantes, somos mansos, pero no estúpidos”.

Otros funcionarios ecuatorianos en Quito acusaron a los partidarios de WikiLeaks y a dos hackers rusos de intentar desestabilizar al país a medida que los desacuerdos con Assange se intensificaron recientemente.

Romo dijo que un colaborador cercano de WikiLeaks había viajado este año con el excanciller Ricardo Patiño a varios países _incluidos Perú, España y Venezuela_ para intentar socavar al gobierno ecuatoriano. No dio el nombre de la persona.

Sin embargo, el expresidente ecuatoriano Rafael Correa, que fue el que le concedió el asilo a Assange, dijo que la decisión de Moreno era “cobarde”, y acusó a éste de vengarse porque WikiLeaks difundió alegatos sobre una cuenta en un paraíso fiscal en el extranjero presuntamente vinculada a familiares y amigos de Moreno.

WikiLeaks acusó el miércoles al gobierno de Ecuador de una “extensa operación de espionaje” contra Assange. Alega que sus reuniones con abogados y un médico en la embajada el año pasado fueron videograbadas en secreto.

En el Parlamento, la primera ministra británica Theresa May dijo que el arresto muestra que “nadie está por encima de la ley”.

Edward Snowden, un excontratista de seguridad que filtró documentos secretos sobre programas de espionaje de Estados Unidos, dijo que el arresto de Assange era un golpe a la libertad de prensa.

“Las imágenes del embajador ecuatoriano invitando a la policía secreta del Reino Unido a entrar en la embajada para sacar por la fuerza al editor de _les guste o no_ periodismo galardonado, acabarán en los libros de historia”, tuiteó Snowden desde Rusia, que lo autorizó a permanecer en ese país ante la orden de captura que enfrenta en Estados Unidos. “Los detractores de Assange pueden celebrar, pero este es un momento oscuro para la libertad de prensa”.

Dmitry Peskov, portavoz del presidente ruso Vladimir Putin, dijo a reporteros que no podía comentar sobre el caso en general, pero añadió: “Por supuesto que esperamos que todos sus derechos sean respetados”.

Un experto independiente en derechos humanos de la ONU dijo que intentará determinar si la privacidad de Assange fue violada en la embajada. Joe Cannataci, relator especial sobre privacidad, tenía previsto viajar a Londres el 25 de abril para reunirse con Assange y señaló que todavía planea hacerlo, incluso si tiene que entrevistarlo en una estación policial.-AP

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