Varios cientos de migrantes, muchos de ellos con niños, partieron el miércoles en caravana de Honduras hacia la frontera con Guatemala, con la esperanza de llegar a Estados Unidos.
Algunos de los hondureños que se concentraron en la estación de autobuses de San Pedro Sula dijeron que no pueden mantener a sus familias con lo que ganan en Honduras y que buscan mejores oportunidades.
La mayoría abordó autobuses hacia la frontera con Guatemala antes del amanecer. Otros echaron a andar bajo la lluvia, con sus hijos en cochecitos o en brazos.
Las autoridades guatemaltecas dijeron que, según sus contrapartes hondureñas, unos 1.100 migrantes se dirigían a la frontera común, la mayoría en autobuses. Algunos ya estaban entrando a Guatemala, añadieron.
El presidente guatemalteco Jimmy Morales dijo en conferencia de prensa después de acto público que en el caso de las caravanas utilizarán todo el dispositivo legal para poder evitar ese tipo de actividades “y peor aún, que se puedan politizar”. Explicó que verifican el uso de menores de edad para hacer este tipo de migración y que se investiga a quienes “han promovido, por temas políticos, las caravanas de migrantes”.
Nohemy Reyes, quien esperó en la estación de autobuses con uno de sus cinco hijos dormido en el suelo a su lado, dijo que la estrechez económica la impulsa a viajar hacia el norte.
“La situación económica es muy difícil”, dijo. Añadió que en caso de que la frontera estadounidense esté cerrada, regresará a Honduras.
El presidente estadounidense, Donald Trump, amenazó con cerrar la frontera sur, pero cambió de rumbo y dijo que aplicará aranceles a los autos fabricados en México si ese país no les cierra el paso a los migrantes centroamericanos.
Las instalaciones estadounidenses en la frontera no se dan abasto para atender a las familias migrantes. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en in inglés) dijo que en marzo 53.000 padres y sus hijos fueron detenidos en la frontera.
La secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kirstjen Nielsen, renunció esta semana y fue reemplazada interinamente por el jefe de la CBP, Kevin McAleenan.
Trump dijo el martes que no está en sus planes volver a aplicar la controvertida medida de separación de familias. A mediados del año pasado más de 2.500 niños fueron separados de sus familias hasta que un juez ordenó reunirlos.
Las caravanas se han convertido en una nueva forma de efectuar la travesía, porque brindan seguridad y permiten ahorrar dinero que de otro modo iría a los contrabandistas.
A fines de marzo, la secretaría de Gobernación (Interior) de México informó que se estaba formando la “madre de todas las caravanas”. Esto no sucedió al final, pero funcionarios centroamericanos criticaron el anuncio porque podría servir de inspiración a otros migrantes.
Miguel Ángel Reyes, de San Juan Pueblo, Honduras, dijo que la violencia criminal fue una de las razones de su decisión de partir, pero sobre todo buscaba medios para mantener a su esposa y cuatro hijos.
“Me voy por la situación que está muy dura aquí en Honduras”, dijo el bracero. “No aguantamos ya. Mucho sufrimiento, no hay trabajo”.-AP