Michael Cohen, alguna vez abogado devoto y solucionador general del presidente Donald Trump, fue condenado el miércoles a tres años de prisión después de decirle a un juez federal que su “lealtad ciega” lo llevó a encubrir el “trabajo sucio” de Trump.
De pie y solo en la mesa de defensa, Cohen, de 52 años, movió ligeramente la cabeza y cerró los ojos brevemente cuando el juez anunció la sentencia por crímenes que incluyen mentir sobre los acuerdos comerciales en Rusia de su jefe y desviar dinero para callar a dos mujeres que afirman que tuvieron relaciones sexuales con Trump, pagos que tanto Cohen como los fiscales generales dijeron que fueron hechos bajo instrucciones de Trump para evitar dañar su intento de llegar a la Casa Blanca.
Durante los dos años de investigaciones, Cohen es el primero y, hasta ahora, el único miembro del círculo de Trump en ir a la corte e implicar al presidente en un crimen, aunque queda abierta la pregunta de si el presidente puede ser procesado.
De forma separada, los fiscales anunciaron el miércoles que presentaron otra pieza del rompecabezas en el caso de los pagos a las mujeres: la sociedad matriz del tabloide National Enquirer reconoció haber hecho uno de esos pagos “en concierto” con la campaña de Trump para protegerlo de una historia que pudo haber afectado su candidatura.
En la Casa Blanca, poco después de la sentencia, Trump ignoró las preguntas de los reporteros sobre Cohen.
En la sentencia, el juez de distrito William H. Pauley III dijo que el abogado merecía un crédito modesto por admitir culpabilidad y cooperar en una investigación federal sobre los intentos de Rusia de influir en las elecciones presidenciales, pero que su ayuda “no es borrón y cuenta nueva”.
“En algún punto del camino, el señor Cohen parece haber perdido su brújula moral”, dijo el juez.
El juez también ordenó a Cohen pagar 1,39 millones en compensación al Servicio Interno de Impuestos, renunciar a 500.000 dólares y pagar 100.000 en multas. Se le ordenó que se presentara en prisión el 6 de marzo y se fue sin decir palabra.
La sentencia fue la culminación de un espectacular ascenso y caída de un abogado que se relacionó con las fortunas de su principal cliente, ayudándolo a llegar a la presidencia, y luego se volvió en su contra, cooperando con dos investigaciones relacionadas: una dirigida por fiscales federales en Nueva York, la otra por el fiscal especial Robert Mueller, quien dirige la investigación de Rusia.
Más allá de los acuerdos de culpabilidad, no es claro exactamente qué le dijo Cohen a los fiscales y falta por ver cuánto afectará a Trump la cooperación de Cohen. Expertos han dicho que Cohen podría reducir su sentencia si decide contarles más a los fiscales.-AP