El rostro de Héctor Arturo López se quebró de la emoción cuando, al regresar hoy a Honduras, recordó las experiencias amargas que vivió junto a su hijo en la caravana migrante irregular de hondureños que viajan hacia Estados Unidos.
López y su hijo, Jeffrey Josué (10), son dos de los 150 migrantes que llegaron a primera hora de la madrugada de este sábado con procedencia de México en un vuelo de la Policía Federal de ese país, tras abandonar la movilización irregular por lo difícil que resulta lograr el objetivo de llegar a Estados Unidos con el que salieron hace 15 días.
En cuatro vuelos realizados entre el miércoles y la madrugada de hoy llegaron 547 migrantes que decidieron regresar a Honduras tras comprobar que el trayecto emprendido es más difícil de lo planificado.
Experiencia difícil
“Es algo que no quiero que alguien lo viva, máxime cuando van mujeres con niños; incluso una mujer que iba embarazada pegó una carrera y le tocó parir en el camino y allá quedó en Villa Hermosa”, relató Héctor a punto de llorar.
Abrazado a Jeffrey, Héctor también les aconsejó a los hondureños que quieren seguir intentando ese viaje “que no lo hagan, porque es algo no es como uno cree o como se lo dicen”.
Recordó que en un momento de viaje el dolor de tanto caminar fue inmenso y “hasta me tocó ayudarle a algunas madres; la gente que viaja con niños sufre y eso es algo que duele y no lo volvería a hacer”.
“Gracias a Dios estamos bien con mi hijo -añadió- y es bueno volver a nuestro país, porque seguramente habrá que trabajar mucho para no intentar ese viaje de nuevo”.
Otro migrante, que prefirió no ser identificado, manifestó que su experiencia fue buen aprendizaje porque “pude ver que en esos viajes se sufre. Me ha tocado viajar con mi hijo de tres años, y si a mí se me hizo difícil, imagine a las madres que viajaban con sus niños”.
El compatriota, originario del departamento de Copán, indicó que “lo hice por aventurarme; la idea era entregarse a Migración, pero es muy difícil. Es algo que no es como la gente cree. Ha sido difícil y la verdad es que yo no lo volvería a intentar”.
“Prefiero seguir estudiando y ver qué otras posibilidades hay aquí porque ese viaje es lo peor que le puede pasar a una persona”, puntualizó.
Niños desnutridos
Juan José Escalante, originario de Belén (Ocotepeque), recordó que “en el lugar al que nos llevaron la comida era mala, los niños caían desnutridos, eso era algo que daba mucha lástima”.
Refirió que muchos niños sufrieron hambre y que “había madres que lloraban porque no tenían qué darles a sus hijos”, y resumió diciendo que “eso fue muy difícil”.
Los 150 migrantes llegaron antes de la 1:00 de la madrugada y fueron recibidos con cena y atención médica; los adolescentes fueron trasladados al Centros de Atención al Migrante en La Lima, mientras los grupos familiares recibieron asistencia para el traslado a sus lugares de origen.
El miércoles llegó con procedencia de México el primer vuelo con 133 compatriotas, en su mayoría madres con hijos lactantes, adolescentes y adultos mayores.
El jueves, en otros dos vuelos, retornaron 264 hondureños, en dos grupos de 132 personas.
En la madrugada de este sábado arribaron 150 personas más que viajaban en la caravana y fueron atendidos en el Centro de Atención al Migrante Retornado de La Lima.
Más de 4.500 hondureños han regresado vía terrestre y aérea por las aduanas de Agua Caliente y Corinto, así como por el aeropuerto Ramón Villeda Morales, luego de abandonar la movilización irregular.