Estados Unidos llamó este martes a los ciudadanos del norte de Centroamérica a evitar la entrada ilegal en el páis, en medio de la turbulencia generada por la política de Washington de “tolerancia cero” a los flujos de indocumentados, una petición que tuvo eco en esas naciones.
La secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kirstjen Nielsen, insistió en el pedido para que los países del norte de Centroamérica eviten la migración ilegal a su país tras reunirse en la capital guatemalteca con los cancilleres de México, Guatemala, Honduras y El Salvador en busca de soluciones a la oleada migratoria.
“Voy a continuar alentando a aquellos que están tomando ese camino (de migrar), por favor háganlo por la vía legal”, señaló la funcionaria de la administración del presidente Donald Trump.
Nielsen indicó que Estados Unidos puede aceptar a quienes provengan del denominado Triángulo Norte de Centroamérica, toda vez que lleguen al país por medio de una solicitud formal de asilo sin “necesidad de romper la ley estadounidense”.
El llamado conlleva una serie de peticiones de Washington que los ministros centroamericanos presentes en el encuentro se comprometieron a impulsar para mejorar las condiciones de seguridad en el área e intentar frenar la migración irregular.
La canciller guatemalteca, Sandra Jovel, declaró que la región iniciará una “campaña de información eficaz y estructural para disuadir” a sus ciudadanos de viajar ilegalmente, además de intensificar las acciones para atacar a los traficantes conocidos como “coyotes” y enfrentar a las organizaciones criminales.
“El bienestar de Centroamérica es el bienestar de Estados Unidos”, apuntó su par hondureña, María Agüero, al señalar que se deben “atacar las causas estructurales de la migración”.
Los planes también fueron compartidos por el canciller en funciones de El Salvador, Carlos Castañeda, quien explicó que el problema migratorio debe atenderse desde “un enfoque multidimensional e integral”.
– Política cruel e inhumana –
La reunión se realizó tras la visita a Guatemala, el pasado 28 de junio, del vicepresidente estadounidense Mike Pence, para discutir sobre la tormenta política desatada por la separación de más de 2.000 niños migrantes de sus padres detenidos al pasar la frontera.
En esa ocasión, Pence también exigió a los presidentes de los países del norte centroamericano frenar el “éxodo” de migrantes.
Afuera del hotel donde transcurrió la reunión, la guatemalteca Elsa Ortiz, de 25 años, realizó una protesta en solitario para exigir a las autoridades estadounidenses que le devuelvan a su hijo Anthony, de 8, quien se quedó en un albergue en Texas luego de que ella fuera deportada en junio pasado.
La mujer sostenía un cartel con palabras en inglés suplicando a las autoridades estadounidenses que le devuelvan a su hijo, con quien realizó una videollamada en presencia de la prensa.
“No se sienta solo porque aquí me tiene a mí luchando día con día para estar con usted nuevamente, mi amor”, dijo Elsa.
La canciller Jovel anunció que este martes regresaron a Guatemala 11 núcleos familiares que habían sido alejados en la frontera.
Nielsen afirmó que su gobierno trabaja para reunir a las familias de migrantes separadas y avanzar en la repatriación.
La funcionaria estadounidense también se comprometió a crear una oficina para que los consulados de México y Centroamérica accedan a la información de los casos de separaciones por la política de “tolerancia cero”.
“Separar a los niños y a las niñas de sus padres es una acción cruel e inhumana”, señaló por su lado el canciller de México, Luis Videgaray, al final de la cita, y agregó que “se están tomando acciones concretas para impedir que vuelva a ocurrir”.
El diplomático mexicano también estuvo de acuerdo en enfrentar a los traficantes de migrantes, también conocidos como polleros, que “difunden información incorrecta, que invitan a familias enteras a realizar un viaje peligroso y que abusan de ellos para lucrarse de manera absolutamente ilegal”.
En agosto o septiembre próximo, aunque no se precisó país sede, tendrá lugar la segunda edición de la Conferencia Sobre Seguridad y Prosperidad.-AFP