El Gobierno de Estados Unidos anunció hoy la detención de casi 1.400 pandilleros durante un periodo de seis semanas, en la mayor operación desarrollada hasta ahora por la unidad de investigación del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
Fueron, concretamente, 1.378 personas las detenidas entre el 26 de marzo y el 6 de mayo en diferentes estados de EEUU por delitos que incluyen tráfico de drogas, contrabando de armas, tráfico de personas, homicidio y tráfico de personas para su explotación sexual, según anunciaron hoy funcionarios del DHS.
“Las bandas amenazan la seguridad de nuestras comunidades, no solo en las grandes áreas metropolitanas, pero también en nuestras áreas rurales”, dijo el director interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), Thomas Homan, en una rueda de prensa en Washington.
De los 1.378 arrestados, 933 eran ciudadanos estadounidenses, mientras que 445 eran extranjeros procedentes de 21 países de Sudamérica, Centroamérica, Asia, África, Europa y el Caribe.
Por nacionalidades, la mayoría (249) eran nacionales de México, 72 de El Salvador, 63 de Honduras, 19 de Guatemala, 10 de República Dominicana, 4 de Cuba, 3 de Ecuador, 3 de Costa Rica, 3 de Colombia y 3 de Nicaragua, mientras que el resto de detenidos procedían de Brasil, Mauritania, Laos, Jamaica y Brasil, entre otros países.
El Departamento de Seguridad Nacional detalló que, de los 1.378 arrestos, 1.095 habían declarado su fidelidad específicamente a ciertas maras o pandillas, entre los que se incluyen 137 miembros de los Bloods, 118 afiliados a los Sureños, 104 de la Mara Salvatrucha (MS-13) y 104 de los Crips, banda formada por afroamericanos.
Entre los detenidos, figuran tres personas que se habían beneficiado en el pasado del programa de Acción Diferida (DACA), proclamado en 2012 por el expresidente Barack Obama para los indocumentados que llegaron a EEUU de niños, conocidos como “dreamers” (soñadores).
Este programa frenaba la deportación de los jóvenes indocumentados y les otorga un permiso de trabajo temporal con la condición de que no cometieran ningún delito.
De esos tres jóvenes, uno de ellos ya había perdido la protección del plan de Obama debido a que había cometido algún crimen, mientras que los otros dos estaban “en proceso” de perder DACA en el momento en el que fueron arrestados, según explicó el subdirector ejecutivo asociado de la unidad de investigaciones del DHS, Derek Benner.
Desde que comenzó DACA en 2012, el Departamento de Seguridad Nacional ha negado el alivio migratorio a 1.500 personas debido a su afiliación a bandas criminales.
Durante esta operación policial, los agentes detuvieron a diez menores no acompañados que estaban cruzando la frontera. Nueve de esos diez menores eran miembros de pandillas y ocho pertenecían a la Mara Salvatrucha.
Al ser preguntado sobre las operaciones de esa banda, Benner aseguró que el Gobierno de EEUU está trabajando con los países del Triángulo Norte (El Salvador, Guatemala y Honduras) para combatir la expansión de la Mara Salvatrucha y el reclutamiento de nuevos miembros.
“Empezaron hace 30 años en la costa oeste de EEUU, su centro de control está en El Salvador, ahí es donde planean sus operaciones ilícitas, creo que hay que destacar que estamos enfrentando este fenómeno más allá de nuestras fronteras, estamos trabajando con nuestros aliados en Centroamérica”, afirmó Benner.
La violencia de la Mara Salvatrucha (MS13) y su rival, Barrio 18, han convertido a El Salvador en uno de los países más violentos del mundo, con altos índices de asesinatos.
De hecho, el Gobierno de El Salvador alertó este mismo mes que una deportación masiva de pandilleros desde Estados Unidos provocará un incremento de la violencia en el país centroamericano.-EFE