El capo hondureño Wilter Neptaly Blanco Ruiz, detenido en Costa Rica en noviembre del 2016, fue extraditado a Estados Unidos este miércoles, confirmaron las autoridades.
Blanco fue custodiado por agentes de la Interpol y salió en un vuelo hacia Miami a las 9:40 a. m.
El hombre era requerido en suelo estadounidense por el presunto delito de «conspiración para poseer, con la intención de distribuir cocaína, según lo prevé el Título 21 del Código de los Estados Unidos». Así consta en la sentencia 57-2017 del Tribunal Penal de Heredia.
Blanco aceptó de forma voluntaria ser llevado a Honduras para hacer frente a la justicia de esa nación, pero esa petición no fue considerada debido a que Honduras no se interesó en repatriar a esta persona.
El hondureño, aprehendido desde el 22 de noviembre del año pasado, cuando iba saliendo de un hostal en Ciudad Cariari, en Belén de Heredia, estuvo en Máxima Seguridad de La Reforma, en Alajuela, donde descontó prisión preventiva mientras se formalizaba su extradición.
Al sujeto le decomisaron dentro del centro penitenciario dos teléfonos celulares, pero nunca se supo cómo hizo para obtenerlos.
En Costa Rica desde el 2015
La alerta sobre la presencia del capo en suelo tico la recibió la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS) a mediados de octubre del 2015, cuando los oficiales conocieron que había ingresado ilegalmente en una lancha por un punto no especificado de la zona de Limón.
Según las autoridades, a Blanco lo delató su comportamiento ostentoso, que incluía el consumo de comidas y bebidas exquisitas y la compañía de una joven costarricense.
El día de su detención, el capo vestía chancletas, pantaloneta y una camiseta muy sencilla. No ofreció resistencia ni tampoco sus dos guardaespaldas, ambos extranjeros, que estaban dentro del sitio de hospedaje.
Las autoridades, conocedoras de la peligrosidad del hombre, habían rodeado el lugar con efectivos de las unidades élite, pero no fue necesaria su intervención.
Vínculos narco
Wilter Neptaly Blanco Ruiz, de 40 años, es señalado en su país como el líder del cartel del Atlántico y se dice que entre sus aliados tenía a jerarcas policiales de su país.
Ese cartel opera desde el 2004 en La Mosquitia, selva tropical de 800.000 hectáreas. Hace dos años dejó la zona cuando el Gobierno de Honduras inició una cacería en su contra, pues la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) lo vincula con varios homicidios y el pago de sobornos a policías y políticos.
De acuerdo con estimaciones realizadas por las autoridades, su fortuna está valorada $300 millones. El año pasado al capo le confiscaron 142 bienes, entre los que hay terrenos, casas, vehículos, lanchas y sociedades.
El periódico estadounidense The New York Times, en un reportaje del 15 de abril del 2016, reveló que Blanco ordenó matar al único policía que se atrevió a seguir sus pasos.
Informes de la Inspectoría General de la Policía de Honduras, redactados en el 2009 y el 2010 y que permanecieron ocultos hasta que el Times los hizo públicos en abril pasado, revelaron que Blanco pago miles de dólares a directores policiales, quienes «organizaron, ejecutaron y encubrieron» el asesinato del general Julián Arístides González Irías, el 8 de diciembre del 2009.