Trinidad y Tobago se presentó como la presa ideal para que Honduras se lavara la cara tras la derrota de la primera fecha ante Panamá.
La H venció 3-1 a un conjunto caribeño que se mostró muy débil y que solo produjo dos jugadas de peligro.
En el primer tiempo la superioridad catracha fue escandalosa, pues todo el juego se desarrolló en campo trinitense.
A los 15 minutos, Rommel Quito logró abrir el marcador tras una jugada de pared entre Boniek García y Mario Martínez, que terminó en pies del delantero, quien remató fuerte al ángulo del portero Marvin Phillip.
Apenas tres minutos después llegó el segundo. El lateral Emilio Izaguirre aprovechó una desatención de la zona defensiva visitante, robó el balón y lo envió al fondo del marco con un potente remate de izquierda.
A pesar de la superioridad, el conjunto del colombiano Jorge Luis Pinto no logró aumentar el marcador. Más bien fue Trinidad que adelantó líneas y asustó al inicio del complemento.
Kenwyne Jones estuvo a punto de marcar, pero su remate de cabeza lo desvió Doris Escober al tiro de esquina. En el cobro del córner, Carlyle Mitchell quedó sin marca y con un cabezazo puso el 2-1, al 50′.
Honduras entró en un letargo y fue hasta el final que pudo resolver el partido.
Una gran jugada orquestada por Boniek García terminó en el área pequeña rival, donde Eddie Hernández solo tuvo que empujar el balón para poner el 3-1 a 11 minutos del final.
La H respira tras un mal inicio de la hexagonal, mientras que Trinidad y Tobago se confirma como la selección más débil de la eliminatoria, a la que todos querrán golear.