La presencia de la activista hondureña asesinada Berta Cáceres se sintió este lunes en Filadelfia, donde se celebra la Convención Demócrata para nominar al candidato presidencial del partido.
Laura Zúñiga Cáceres, una de sus hijas, marchó junto a inmigrantes en la ciudad y habló en otra concentración para pedir investigaciones independientes en el asesinato de su madre.
También denunció que dólares estadounidenses contribuyen a la militarización del gobierno hondureño que, según ella, silencia y reprime a luchadores sociales, estudiantes y activistas.
“Es necesario que se proponga este debate a los gobernantes y a los estadounidenses. Que sepan que su dinero va a la ayuda militar en Honduras y que esa ayuda militar impacta en la violación de derechos humanos”, dijo Zúñiga, de 23 años, a The Associated Press. Cáceres, líder del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), fue asesinada a tiros en marzo.
Había denunciado amenazas por sus protestas en contra de la construcción de la presa de Agua Zarca en tierras ancestrales de los indígenas lenca.
La activista ganó prominencia internacional cuando fue galardonada con el prestigioso Premio Ambiental Goldman en 2015.
En mayo las autoridades anunciaron la detención de cuatro personas presuntamente ligadas al asesinato de Cáceres, incluido un hombre que trabajaba en el proyecto de Agua Zarca y un oficial militar en activo.
El presidente hondureño Juan Orlando Hernández reafirmó en mayo su compromiso para depurar las fuerzas de seguridad de personal vinculado con el crimen organizado, poco después de que se anunciara la suspensión de 23 jefes policiales y la apertura de una investigación a otros 108 agentes.
Este año el Congreso de Honduras decretó una “emergencia nacional” para depurar la policía y en abril el presidente designó una comisión para realizar el trabajo.
Zúñiga dijo que viajó a Filadelfia como parte del grupo Se Echan Raíces para Cambiar, con el que estuvo también en Cleveland, con motivo de la Convención Republicana.
La joven pidió que se investigue a las personas que ordenaron el asesinato de su madre.”Porque son los mismos que están ordenando otros asesinatos. Queremos llegar a la justicia para proteger otras vidas de luchadores y luchadoras en Honduras”, dijo Zuniga.
La activista también pidió que la investigación la lleve a cabo una comisión internacional independiente debido a que el gobierno hondureño, dijo, no investigó supuestas amenazas que durante años recibió su madre.
“Cuando el gobierno de Honduras tenía que cuidarla, no la cuidó. Ahora nos excluyen del caso, nos preocupa cómo el estado puede ser imparcial o dirigir una investigación cuando ha estado tan implicado en este caso”, señaló.
El ministro de seguridad de Honduras, sin embargo, ha dicho que se le asignó una guardia a Cáceres y que ella pidió que se la retirasen porque la molestaban.
Por otro lado, Zúñiga dijo que también se encontraba en Estados Unidos para promocionar un proyecto de ley que busca impedir al gobierno estadounidense destinar fondos o apoyar préstamos para las fuerzas de seguridad hondureñas hasta que ese país investigue denuncias sobre violaciones a los derechos humanos.
La joven destacó que acude a ciudades donde se celebran convenciones porque quieren que los futuros líderes de Estados Unidos conozcan sus denuncias.